Severo Ochoa
Nació en Luarca, Asturias, el
24 de septiembre de 1993.
Fue un científico español que
recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1959.
Sus padres fueron el abogado
Severo Manuel Ochoa y Carmen Albornoz. Tras la muerte de su padre, su madre y
él se trasladaron a Málaga, donde Severo realizó sus estudios de elementaria y
bachillerato.
Pronto mostró interés por la
biología y se centró en el estudio del metabolismo energético, con especial
atención a las moléculas fosforiladas.
Terminó su licenciatura en
medicina en 1928, y decidió seguir dedicándose a la investigación.
Se unió al laboratorio de Otto
Meyerhof gracias a su investigación
acerca de la creatinina presente en la orina.
En 1930 regresó a Madrid y
terminó su tesis doctoral, que defiende ese mismo año.
En 1931 fue nombrado profesor
ayudante de su gran apoyo Juan Negrín. Y también se casó con Carmen García
Cobián.
Mas tarde trabajó en el
estudio de la vitamina B1, de la enzima glioxalasa, lo que supuso una revolución
en el estudio del metabolismo intermediario.
A partir de 1964 Severo Ochoa se
adentró, por una parte, en los mecanismos de replicación de los virus que
tienen ARN como material genético, describiendo las etapas fundamentales del
proceso, y, por otra parte, en los mecanismos de síntesis de proteínas, con
especial atención al proceso de iniciación, tanto en organismos procarióticos
como en eucarióticos, siendo pionero en el descubrimiento de los factores de
iniciación de la traducción.
En 1985 volvió definitivamente a
España a trabajar en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, del que era
director honorario. En 1987 ingresó en la Real Academia Nacional de Medicina de
España, y fue nombrado presidente de la Fundación Jiménez Díaz. Publicó su
último trabajo científico en 1986, con 81 años.
Murió el 1 de noviembre de 1993 y
fue enterrado en el cementerio de Luarca, su pueblo natal, junto a su esposa
Carmen.
SEVERO
OCHOA